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martes, 5 de abril de 2011

*Sindicato del ISSSTE, Entre la Mediocridad y la División


 VERÓNICA V. GONZÁLEZ Y ARNOLDO PIÑÓN

En abril de 2009, cuando José Luis Rodríguez Camacho fue postulado candidato a la dirigencia del Sindicato Nacional de Trabajadores del ISSSTE, Marco Antonio Silva Hermosillo declinó públicamente su pretensión de buscar el liderazgo. En realidad nunca tuvo posibilidades de obtener la postulación.
Silva Hermosillo era, entonces, líder moral de la sección del SNTISSSTE en Tamaulipas, posición que mantuvo durante años. Sólo dos meses más tarde y pese a las marrullerías -como aumentar artificialmente el número de trabajadores para tener dos delegados más al congreso y sacar a sus simpatizantes para que no hubiese quórum-, su candidato a la secretaría general, fue derrotado por Carlos Fernando Hernández Gómez.

No obstante la pérdida del poder, la hija del ex líder moral seccional, Gloria Marlene Silva Gallardo goza no sólo de comisión sindical, sino que ocupa una plaza de médico especialista A adscrita a la clínica hospital Matamoros con un salario mensual de 14,816 pesos. El problema es que ella no es médico y según quienes la conocen, ni siquiera vive en el país. El privilegio de no tener la necesidad de presentarse a laborar, le fue concedido por Rodríguez Camacho, quien firma las solicitudes de comisiones sindicales.
El actual dirigente de 70 mil trabajadores de base del ISSSTE, se ha perdido en la frivolidad y la mediocridad. En uno de los últimos plenos del comité ejecutivo sindical, informó que conjuntamente con el secretario general de la sección del Centro Médico Nacional “20 de Noviembre”, Francisco González Esquivel, había tenido una reunión con el director, doctor Rafael Navarro. Sólo que el dirigente seccional lo desmintió: él no lo acompañó.
La ausencia de liderazgo, se ha traducido en que a más de dos años que Rodríguez Camacho concluya su gestión, por lo menos tres precandidatos: Luis Miguel Victoria Ranfla, Marisol Galindo y Blanca Pérez Viramontes, han externado públicamente su intención de alcanzar la dirigencia. La división es un riesgo latente.
Sólo que el dirigente alienta un movimiento que considera conveniente ampliar la actual gestión sindical dos años más, es decir que en lugar de concluir en mayo de 2013, lo haga hasta mayo de 2015, además que los secretarios generales seccionales accedan al congreso nacional electivo de manera automática, esto es así pierdan las elecciones respectivas.
Los principales promotores de esas propuestas son los dirigentes seccionales del Hospital Tacuba y de Querétaro, Teresa López y Guillermo Uribe. Según esto, su pretensión es darle la vuelta a una casi segura derrota, debido a que en el caso del segundo le dedica más tiempo a sus pláticas sobre obesidad y su trabajo en la Secretaría de Salud, que atender su actividad sindical.
Olvidan que en ese sindicato hay antecedentes de intentos fracasados por ampliar la gestión. La primera fue Concepción Castañeda, quien en 2005 argumentaba que el dirigente de la central burocrática la FSTSE, Joel Ayala Almeida, la presionaba; y la última ocurrió en 2009, con Ricardo Pontigo. Ambos tenían un liderazgo real, no como ocurre en la actualidad, donde Rodríguez Camacho quizá cansado por la edad -72 años- no muestra interés en alcanzar mejoras de las deterioradas condiciones de vida de sus representados.
Durante el consejo de mitad de gestión, el cual se realizará los días 12, 13 y 14 de mayo, en la Ciudad de México, los promotores de esas propuestas buscarán ganar adhesiones. Sólo que se requeriría de un congreso extraordinario para aprobar una eventual reforma del estatuto, a lo que seguramente se opondrían, entre otros, quienes aspiran a la dirigencia y los ex secretarios generales.
Rodríguez Camacho ordenó que en la convocatoria respectiva no fueran incluidos temas que tienen un interés especial para los trabajadores, como escalafón, bolsa de trabajo y los reglamentos. Lo hizo con la intención de no abanderar justas y legítimas demandas porque son desgastantes políticamente, pese al reclamo de Olimpia Micaela Ríos Zapata, secretaria de bolsa de trabajo en los estados, durante el pleno del comité ejecutivo nacional, efectuado el miércoles 23 de marzo.
Es tradición en ese sindicato que el consejo se realice en alguna parte del interior del país, aún cuando el estatuto establece que su sede debe ser la Ciudad de México.
Aparentemente en un plan de austeridad, sólo los 48 secretarios generales seccionales serán hospedado en el hotel sede, frente al centro comercial Perisur. Los integrantes del comité ejecutivo nacional no fueron incluidos. Aún así, el tesorero Alberto Noé Berúmen, se lamentó que a él le cuesta más caro que el evento sea en la capital del país, como si el dinero fuese suyo y no de las cuotas de los trabajadores.
El debilitamiento del sindicato provocada por la actitud apática de su presidente, ha llevado a que autoridades menores del instituto ni siquiera respeten a los dirigentes.

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