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martes, 5 de julio de 2011

FSTSE al rescate de Jesús Villalobos en el ISSSTE


POR VERÓNICA V. GONZÁLEZ Y ARNOLDO PIÑÓN

El visto bueno de Joel Ayala Almeida a la conducción del ISSSTE, durante una sesión de la Junta Directiva -el jueves 23 de junio- parece el pronóstico que Jesús Villalobos López concluirá el actual gobierno en la dirección general del instituto, pese a la embestida del SNTE que en varios foros y tonos impulsa una auditoria especial.
El grupo de la maestra Elba Esther Gordillo impulsa un ajuste de cuentas políticas, consecuencia de distanciamientos que en los últimos tiempos ha tenido y busca generar condiciones para que la Federación Democrática de Sindicatos de Servidores Públicos que encabeza Bernardo Quezada ocupe posiciones en los órganos de gobierno de ese instituto. Adicionalmente es parte de una estrategia que le permita incrementar el costo que deberá pagar quien pretenda su apoyo en la elección presidencial.
 Si bien es cierto que Villalobos y su grupo gozarán de protección unos meses más, la preocupación empezará una vez que inicie el nuevo gobierno, porque enfrentarán acciones que los sentarán en el banquillo de los acusados. Consecuencia de no haber cumplido compromisos con quienes los encumbraron. La soberbia con la que se conducen varios de ellos, les ha impedido tender puentes con personajes de influencia política como el propio Ayala Almeida, presidente de la Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado (FSTSE).
Podrá argumentarse la juventud de Villalobos López, lo que de ninguna manera constituye el argumento ideal. El ISSSTE ejerce un presupuesto anual superior al de varios estados e incluso de algunas Secretarías de Estado, por lo que su director -independientemente de la edad- debe ser alguien sensible y contar con un grupo experimentado de asesores.
La declaración de Ayala Almeida tiene fondo político. El dirigente de la FSTSE no tiene necesidad de quedar bien con nadie, ni con Elba Esther, con la que mantiene acuerdos de muy alto nivel. La suya es una posición que debe ser leída desde otra perspectiva: a él no le interesa que uno de los suyos ocupe la dirección general del ISSSTE. Su futuro está en una senaduría.
El fondo parece ser un mensaje a la maestra Gordillo: el próximo sexenio uno de los suyos ocupará la dirección general del ISSSTE, a cambio -entre otras cosas- que los trabajadores de base sindicalizados se mantengan en la FSTSE -varios de los precandidatos a suceder la gris dirigencia de José Luis Rodríguez Camacho creerán, erróneamente, que sus posibilidades de ser electos aumentarán-. Por ello el enfrentamiento en la ratificación del nuevo director médico, donde el elbismo tiene a Jesús Walliser Duarte como su candidato.
La forma de hacer política de Ayala Almeida es distinta. Para él son más importantes los acuerdos políticos que mantiene: continuar con su influencia en el Distrito Federal sin inmiscuirse con cuestiones que no le atañen, como por ejemplo el relevo en el Sindicato Único de Trabajadores del Gobierno del Distrito Federal (SUTGDF), consciente que la llegada de Juan Ayala Rivero beneficiará al senador panista Federico Döring, una vez que Marcelo Ebrard y Andrés Manuel López Obrador bifurquen sus caminos.
El director general del ISSSTE corre el riesgo de desaprovechar los meses que tendrá de protección para limpiar la casa. Un paso elemental que debiera dar, sería tender puentes de acercamiento con Ayala Almeida, ya que un acuerdo político con el presidente de la FSTSE le permitiría una especie de fuero para cuando arrecien los embates que forzosamente tendrá que enfrentar.
Parece claro que el candidato del elbismo para ocupar el próximo sexenio la dirección general del ISSSTE, es el senador Rafael Ochoa Guzmán, exsecretario general del SNTE cuya fidelidad a la maestra merece ser reconocida. De confirmarse ese escenario, lo lógico sería que de inmediato se enfocara a rastrear las irregularidades en los manejos económicos del instituto.
El único que pudiera mediar para un acuerdo, sería Ayala Almeida, a cambio de que el candidato a ocupar la dirigencia sindical del instituto sea cercano a él, porque precandidatos como Francisco García Culebro, Roberto Ruvalcaba, Marco Antonio Silva Hermosillo y Alberto Noé Berúmen estarían descartados. El primero porque no le genera confianza desde hace años por la actitud que asumió durante la gestión de Concepción Castañeda y la cercanía que mantiene entre otros como Enrique Ampudia, los dos siguientes son perdedores en sus secciones, el cuarto es un desconocido sobre el que empiezan a recaer sospechas de extraños manejos de los dineros sindicales, y ella tiene el estigma de su exmarido que en 2001 se opuso a la primera reelección en la FSTSE, mientras José Luis Saucedo enfrenta una salud deteriorada.
El objetivo de la maestra parece estar encaminado a garantizar que su grupo ocupe la dirección del ISSSTE el próximo sexenio y que la FEDESSP tenga representación en los distintos órganos de gobierno -Junta Directiva, Comisión de Vigilancia y Comisión Ejecutiva del FOVISSSTE-. Es altamente probable que lo logre, pero implicará que muchos de los suyos que ahora ocupan posiciones importantes -Sanjuana Cerda, sus compadres Graco Ramírez Garrido, Jorge González de la Vega, Evelia Sandoval y hasta su sobrino León Felipe Morales Ariza y otros-, sean removidos entre otros factores por el reacomodo de fuerzas al interior del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación.

PARA LA AGENDA
¡Qué pésimo papel el de Cristina Olvera, la presidenta colegiada de la Federación Democrática de Sindicatos de Servidores Públicos! Un día antes que Joel Ayala Almeida detallara el aumento que se aplicaría a los trabajadores del Estado, dijo que sería de entre 4.1 y 4.5 por ciento y que había sido su federación la que lo había negociado. En realidad el acuerdo con la Secretaría de Hacienda y Crédito Público lo alcanzó la FSTSE, como ya es tradicional… Hace unos días, un hombre cercano en los afectos de Ayala Almeida, confirmó que el presidente de la FSTSE sólo tolera a Rodríguez Camacho porque es el dirigente formal de los trabajadores del ISSSTE, e incluso que le disgustó enterarse que cobra como miembro de la Junta Directiva del instituto y mantenga su salario -recién promovido, por cierto, a jefe de servicios- como trabajador -como lo documentados en este espacio recientemente- pese a los esfuerzos de Ernesto Moreno y Rodolfo Mario Camps por evitar que la división y la pésima conducción sindical de aquel trascienda… El director del ISSSTE debiera prestar atención a la política de transparencia que sigue la Dirección de Administración: acaban de negar información de pagos -remuneraciones, es el término oficial- que le entregan mensualmente a Rodríguez Camacho, bajo el argumento que el sistema no registra ese tipo de pagos. Sin embargo, en este espacio dimos a conocer ya números de cheques, fechas y cantidades -así como el banco- que se le han entregado con ese carácter, además de que acabamos de confirmar que no hace mucho fue ascendido a jefe de servicios en su plaza de base. O sea, le gana la ambición…

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