Verónica V. González y Arnoldo Piñón
Aún no entra en vigor la reforma a la Ley Federal del Trabajo y ya se avistan nubarrones, dos para empezar: la inusitada posición crítica que el sector empresarial asumió ante la decisión de la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos de integrar la zona B a la zona A de los salarios mínimos, y el aumento en medio punto porcentual del desempleo.
En el caso de los salarios mínimos, las críticas del sector empresarial suenan excesivas, al argumentar entre otras cosas que se violenta con el procedimiento y dificulta la relación entre los sectores productivos.
Si bien es cierto que la ley establece que los salarios mínimos se revisarán anualmente, el hecho que se haya adelantado su puesta en vigencia un mes, parece ser una actitud de previsión gubernamental que no pone en riesgo la vialidad financiera de las empresas. El aumento del tres por ciento es, pese a lo que digan algunos, inferior al crecimiento de la inflación anual al mes de octubre que fue de 4.60 por ciento.
Y la desaparición de la zona B de los salarios mínimos vigentes en el país, se tradujo en apenas un aumento del 2.9 por ciento adicional a los trabajadores que habitan en las zonas que se integraron a la zona A.
Pareciera que el gobierno está anticipándose a la entrada en vigor de la reforma laboral, la que permitirá la contratación por horas. Ello es así porque es evidente que a un trabajador que se le ofrezca una jornada menor a las ocho horas que preveía la anterior legislación, seguramente se le ofertará un salario equivalente al mínimo vigente.
Con un sector empresarial que busca, en términos generales, aumentar sus ganancias a costa incluso de la precarización del ingreso de sus trabajadores, la decisión gubernamental les pareció excesiva. ¿No es peor que firmas como BBVA Bancomer -controlada por capital español- regatee a sus trabajadores derechos fundamentales que la anterior legislación laboral les garantizaba, al contratarlos mediante empresas terciarias o que es lo mismo outsourcing?
En la banca, sus trabajadores tuvieron, hasta hace algunos años, condiciones de privilegio, consecuencia de la prohibición que tenían para sindicalizarse. Fue hasta 1982 con la nacionalización del expresidente José López Portillo que pudieron organizarse de manera colectiva; pero la reprivatización se tradujo en una embestida en contra de sus prestaciones más importantes, como el acceso a medicina particular.
La banca en poder de extranjeros paga salarios precarios a sus trabajadores, pese a que obtienen extraordinarias ganancias en nuestro país. Eso debiera llamar la atención, ya que al ser contratados por empresas que prestan servicios a las organizaciones financieras, les permite evadir responsabilidades laborales.
La reforma a la Ley Federal del Trabajo, dentro de los aspectos positivos que tiene, es que sujeta a control el outsourcing, al fijar, entre otras cosas, límites para las áreas que podrán ser sujetas a subcontratación. BBVA Bancomer tendrá que asumir responsabilidades con sus trabajadores, a lo que por lo menos deberá garantizarles las prestaciones mínimas de ley.
Y en cuanto al desempleo, en octubre de este año se ubicó en 5.04 por ciento, cuando en el mismo mes de 2011 se estableció en 4.9 por ciento. Es decir registró un aumento de 75 mil 825 personas más entre un periodo y otro.
La cifra es importante porque entre septiembre, octubre y noviembre la discusión de reformar a la Ley Federal del Trabajo se encontraba en su máximo, lo que implica que a pesar de que habían altas expectativas que pasara, como finalmente ocurrió, los inversionistas se mostraron excesivamente cautelosos.
La tasa de desempleo, si bien no llega al 5.94 por ciento que tuvo en octubre de 2009, sirve de parámetro para medir las expectativas de la reforma laboral. Es probable que en los próximos meses se registre un repunte en la creación de empleos, pero seguramente se traducirá también en una precarización de los salarios, al ser nuevamente el salario mínimo general el que se pague. El tiempo pondrá las cosas en su justa dimensión.
PARA LA AGENDA
El resbalón al anunciar sin fundamento que el bono sexenal para los trabajadores del Estado sería de 3 mil 500 pesos en vales, pese a que no había acuerdo con el gobierno federal, y el cual finalmente se fijó en 2 mil 500 pesos, parece ser la causa de la salida de Bernardo Quezada Salas de la conducción de la casi inexistente Federación Democrática de Sindicatos de Servidores Públicos (FEDESSP)… A seis meses de concluir la gestión de José Luis Rodríguez Camacho al frente del Sindicato Nacional de Trabajadores del ISSSTE, esa organización vive la más severa crisis desde que, hace más de cincuenta años fue fundada: en medio de una extraordinaria corrupción que se ha traducido en un saqueo impresionante de dineros, enfrenta una profunda crisis consecuencia de la obcecación de quienes se han enriquecido escandalosamente por evitar que la doctora Marisol Galindo les arrebate el poder. Es comprensible que el nuevo director general del instituto difícilmente podrá trabajar con dirigentes sindicales anclados en un pasado ya superado, alejados de los trabajadores, con una ambición sin límites… En los próximos días, Rodríguez Camacho viajará nuevamente a Uruguay para asumir una vicepresidencia de la organización UNI Américas, lo que le permitirá ir con regularidad al extranjero una vez que en mayo próximo concluya su gestión. La exigencia de una auditoria es cada vez mayor, sobre todo porque cada vez es más evidente que las cuentas en áreas que manejan dineros, como la comisión nacional de auxilios que presiden Francisco José García Culebro y Ulises Cortés Sagredo, tiene problemas graves para cuadrar ingresos y egresos. Sólo en los primeros nueve meses de este años las aportaciones de los trabajadores ascendieron a 99 millones 957 mil 693.47 pesos, lo que implica que desde que mayo de 2009 ha tenido ingresos por unos 400 millones de pesos. Nadie cree que los intereses de inversiones en bancos asciendan a sólo 104 millones como ellos dicen, lo que provoca que haya quien crea que el desvío, sirve, entre otras cosas para financiar la precampaña de Pancho en busca de sustituir a Rodríguez Camacho, pero que no le ha sido suficiente para comprar a las secciones sindicales… La sección IV “Clínicas de especialidades” está bajo control, desde hace más de un cuarto de siglo, de Luis Miguel Victoria Ranfla, quien maneja áreas estratégicas como bolsa de trabajo y ascensos que le garantizan la gratitud de los beneficiarios. Pese a que con la desaparición del Hospital “Gonzalo Castañeda”, la plantilla fue aumentada al reubicar a varios trabajadores -aprovechándose de ser secretario de trabajo y conflictos en el Distrito Federal del sindicato nacional-, sigue siendo una de las pequeñas de la capital del país. Pese a ello ocupa 18 posiciones en la dirigencia sindical, mientras la V Centro Médico Nacional “20 de noviembre” que encabeza Francisco González Esquivel debió conformarse con ser de relleno. Los nombres y los cargos aparecen en el libro “El bienamado. Historias (in)confesables de dirigentes del sindicato del ISSSTE”… Aún así Victoria Ranfla, con el apoyo del corrupto grupo de Rodríguez Camacho pretende ser el siguiente dirigente nacional, pese a que cuenta sólo con un puñado de secciones. En Nuevo León, por ejemplo, teme que ante el desencanto de los trabajadores con Rosalba García Garza, impulsa a su amigo de muchos años Ernesto Pacheco, en un intento por evitar perder frente a la oposición, lo que seguramente así ocurrirá… Ese grupo, obsesionado por debilitar la precandidatura de la doctora Galindo, organiza una excursión a la que llevarían a los 48 secretarios seccionales -47 en realidad, porque una legalmente es inexistente- a Cuba en días cercanos al 20 de diciembre, para boicotearle el cumpleaños a la vicepresidenta, además de amenazar al personal de apoyo con cancelarles las licencias en caso que asistan a felicitarla, olvidándose que muchos de ellos tienen comisionados con goce de sueldo a esposas, amantes, novias, hermanos y compadres. Con motivo de los 40 años de existencia del Fovissste, fue develada la escultura monumental "El águila Fovissste", creada por el escultor Sebastián, en el sur de la Ciudad de México; las dos alas simbolizan la construcción habitacional del Fondo de la Vivienda del Instituto de Seguridad y Servicio Social de los Trabajadores del Estado. Enhorabuena por su vocal ejecutivo.
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