POR VERÓNICA V. GONZÁLEZ Y
ARNOLDO PIÑÓN
La ausencia del director general del ISSSTE, Jesús Villalobos, del
consejo del sindicato del instituto confirmó sospechas: su distanciamiento con
el dirigente de 69 mil trabajadores de base, José Luis Rodríguez Camacho.
En apariencia, la boda de Villalobos en Brasil sería motivo
suficiente para no asistir a ese evento. Sin embargo, lo representó el
secretario general del instituto, Luis Felipe Castro Sánchez, quien al igual
que José Antonio Álvarez del Castillo, José Rodolfo Muñiz Hernández y otros
funcionarios -durante días varias oficinas lucieron vacías-, más tarde viajaron
a tierras cariocas para estar presentes en el enlace de su jefe.
La reunión sindical inició el jueves 12 de mayo y concluyó un día
después. La boda se llevó a cabo el fin de semana siguiente. Tiempo para que el
director general hubiese asistido, lo hubo. Quizá Villalobos no quiso enfrentar
las críticas del presidente de la Federación de Sindicatos de Trabajadores al
Servicio del Estado (FSTSE), Joel Ayala Almeida, o quizá le pareció
intrascendente escuchar el panorama color de rosa pintado por Rodríguez
Camacho.
El caso es que el director general del ISSSTE no asistió al
consejo de su sindicato. El espacio que se tenía reservado para una fotografía
de los dirigentes con él, quedó vacío. Igual que vacíos quedaron los lugares de
los funcionarios del instituto en la comida. Excepto las críticas de Ayala
Almeida, Villalobos se perdió de poco interesante. El consejo ni siquiera fue
formalmente clausurado, porque a Rodríguez Camacho se le olvidó hacerlo, tal
vez porque ya le pesan sus setentaitantos años.
La reunión del segundo sindicato en membresía de la FSTSE confirmó
que Rodríguez Camacho ha sido incapaz de lograr la unidad. Y no puede lograrla
por las decisiones que avala. Las invitaciones -pésimamente redactadas por Luis
Miguel Victoria- y el cordón de los gafetes de identificación eran en color
rojo, el mismo que identificó a la planilla que lo postuló hace dos años, lo
que fue interpretado como un golpe a su contendiente, la doctora Marisol
Galindo, la que confirmó mantener un creciente liderazgo preocupante para
algunos.
La doctora Galindo ni siquiera fue invitada a formar parte
del presídium, pese a ser la vicepresidenta del Sindicato Nacional de
Trabajadores del ISSSTE. Su presencia hubiese evitado la imagen del club de
Tobi: Luis Felipe Castro Sánchez, Joel Ayala Almeida, José Luis Rodríguez
Camacho, Alfredo Farid Barquet y Marco Antonio García Ayala.
Un hecho sobresaliente lo representó la pretensión de Francisco
García Culebro de aumentar al doble el descuento que se les aplica a los
trabajadores de aportación a la comisión nacional de auxilios que él preside,
rechazada desde la mesa de análisis, al votar en contra el secretario general
de la sección 5 “Centro Médico Nacional 20 de Noviembre”, Francisco González
Esquivel y Roberto Rodríguez Maldonado del Hospital “Fernando Quiroz”. La
aprobación de la propuesta la condicionaban a que se practicara una auditoria a
los manejos económicos realizados en los últimos dos años.
La comisión nacional de auxilio del SNTISSSTE maneja actualmente
más de 500 millones de pesos. A cada trabajador se le descuenta quincenalmente
2.5 por ciento de su salario por ese rubro, y la pretensión de García Culebro
era incrementarla a 5 por ciento.
Un escrito que circuló cuando esa comisión era presidida por
Blanca Pérez Viramontes -quien era también secretaria general de la sección 42
FOVISSSTE-, dio cuenta que junto con su exesposo, José Luis Acosta Herrera,
manejaban en dos cuentas bancarias 82 millones de pesos que les permitían
utilidades de 136 mil 600 pesos mensuales entre 2001 y 2004.
Según esto, la dupla de exesposos -ella es la actual secretaria de
Acción Política del Sindicato del ISSSTE-, mantenían en una de las cuentas los
primeros 20 días de cada mes los 82 millones de pesos, dinero que transfería
los últimos diez días a la segunda cuenta sin reportar los intereses generados.
Además de plantearle la renuncia a los cargos sindicales que la
señora Pérez Viramontes ocupaba en esos años, el escrito con los logotipos del
FOVISSSTE y de la sección 42, planteaban: “los trabajadores no sabíamos y no lo
vamos a tolerar; es un robo descarado de nuestro dinero, porque esos intereses
debieron incrementar nuestra caja de ahorros”.
En el caso de García Culebro -meses antes de asumir el cargo, dio
de alta en la nómina a sus hijos Francisco Enrique y Eric Arturo-, la propuesta
de aumentar al cien por ciento las aportaciones de los trabajadores a la
comisión nacional de auxilios ha generado sospechas, por lo que se fortaleció
la exigencia de auditar su gestión.
En primer lugar, se cuestionan las razones que tuvo para no
impulsar acciones penales en contra de su antecesor Guillermo Rojas y el
exdirigente del sindicato, Ricardo Pontigo Márquez, luego de que asegurara que
descubrió una inversión en papeles de la firma Comercial Mexicana por 100
millones de pesos con recursos de la comisión de auxilios, que derivó en una
pérdida de 90 millones de pesos en la crisis económica de noviembre de 2008.
En segundo lugar, se preguntan cómo le hace para mantener el
ostentoso ritmo de vida que tiene, con una lujosísima mansión en Pedregal de
San Ángel y sus hijos con coches de modelo reciente, con un salario que apenas
rebasa 6 mil pesos mensuales y una compensación sindical por 4 mil 500 pesos al
mes. Muchos se burlan cuando le escuchan decir que vendió una huerta de
aguacates en 200 mil pesos para sufragar su elección como delegado al congreso,
porque desde hace años es su argumento favorito para justificar su excesiva
riqueza.
La señora Pérez Viramontes y García Culebro han externado su
intención de participar dentro de dos años en la renovación de la dirigencia
sindical como precandidatos. Ella tiene a su hijo Luis Yahir Acosta Pérez con
comisión sindical, y él primero impuso en la dirigencia de la sección VI
“estancias de bienestar infantil” a su hermano Carlos Fermín y luego a su
hermana Rosa Margarita, además tiene también comisionados a sus otros hermanos
Blanca Elvira y Marco Antonio.
Para la agenda
La postulación de Aarón Ortega Villa, para disputarle al candidato
gubernamental Juan Ayala Rivero, el liderazgo del Sindicato Único de
Trabajadores del Gobierno del Distrito Federal (SUTGDF) el próximo 11 de julio,
puso nerviosos a Justo Federico Miramontes Escobedo y Flavio Ramírez León,
director general de desarrollo de personal y política laboral y director de
relaciones laborales, respectivamente, quienes temen no cumplir con la orden
que se les dio. Las denuncias de venta de plazas que se le imputan al dirigente
saliente, Enrique Hanff Vázquez, terminará por impactar al PRD, partido que
desde la oposición cuestionaba el corporativismo sindical, y ya como gobierno
es su ferviente practicante.
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