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martes, 7 de junio de 2011

Líderes Millonarios, Trabajadores Casi en la Miseria



Al concluir la década de los ochentas, el sindicalismo mexicano inició una profunda crisis que se agudizó con la muerte de Fidel Velázquez. Si bien es cierto que no es un fenómeno exclusivo de México, es claro que en el deterioro de esa imagen los dirigentes en nuestro país han los principales contribuyentes con sus prácticas.
La mayoría de esos dirigentes siguen sin entender que su forma de conducirse debe cambiar, debido a que mientras los trabajadores perciben salarios precarios que medio les permiten sobrevivir con sus familias, sus representantes en la mayoría de los casos viven lujosamente, alejados de toda crisis económica.

En mayo de 2009, el odontólogo José Luis Rodríguez Camacho, de setenta años de edad entonces, fue electo presidente del Sindicato Nacional de Trabajadores del ISSSTE, en un proceso en el que las autoridades jugaron un papel decisivo, debido a que el apoyo de la mayoría inicialmente la tenía la también odontóloga María de la Soledad Iturribarría, quien pese a ello debió conformarse con ocupar la vicepresidencia.
Sólo un mes más tarde, es decir, el 29 de junio de ese año, Rodríguez Camacho recibió el visto bueno para formar parte de la Junta Directiva del ISSSTE a propuesta del presidente de la Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado (FSTSE), Joel Ayala Almeida.
En esa situación, el dirigente sindical inició una doble representación: por un lado la de casi 70 mil trabajadores de base del instituto, y por el otro tomar parte en el establecimiento de las políticas generales del mismo instituto. Nada nuevo, si se toma en cuenta que existían antecedentes similares en el pasado.
Sin embargo, lo lógico era que para evitar percibir un doble ingreso de la misma dependencia, Rodríguez Camacho debió haber solicitado licencia sin goce de sueldo de la plaza de base que ocupa en el Hospital General “Dr. Darío Fernández”, donde tiene el número de empleado 011181, con un salario mensual -hasta febrero pasado- de 15 mil 963 pesos y que ocupa desde el primero de julio de 1965.
Como integrante de la Junta Directiva del ISSSTE, el dirigente sindical percibe -por lo menos hasta diciembre de 2009- una remuneración mensual de 35 mil 77.12 pesos. Es decir, los dos ingresos suman poco más de 50 mil pesos mensuales, cantidad que ni en sueños un trabajador sindicalizado, común y corriente puede aspirar a ganar.
Sólo en diciembre de 2009, Rodríguez Camacho recibió dos cheques de la Junta Directiva: uno con el número 1880856 por 24 mil 477.06 pesos, y otro con el número 1880926 por 35 mil 77.12 pesos.
Dos meses después, esto es el 28 de febrero del año pasado, el dirigente sindical recibió el cheque 1915100 de una cuenta que el ISSSTE tiene en Banamex, por la cantidad de 65 mil 727.12 pesos, por su trabajo como integrante de la Junta Directiva.
Su antecesor en la dirigencia sindical, el doctor Ricardo Pontigo Márquez fue también integrante de la Junta Directiva, a propuesta, igual que él, de la FSTSE. Sin embargo, para evitar incurrir en la comisión de delitos o de irregularidades administrativas por el doble ingreso en una misma institución, optó por solicitar licencia sin goce de sueldo en su plaza de base.
Rodríguez Camacho ha gozado de comisión sindical, es decir no tiene la obligación de presentarse a laborar a su centro de trabajo, debido a la representación laboral que tiene. Así se lo permite la Ley Federal de los Trabajadores al Servicio del Estado. Un informe del ISSSTE estableció que hasta el 31 de diciembre del año pasado gozó de ese privilegio y dio cuenta también que su salario lo recibe a través de depósito bancario.
El SNTISSSTE se apresta a revisar conjuntamente con las autoridades del instituto, las condiciones generales de trabajo -el equivalente al contrato colectivo-. Entre integrantes de la dirigencia y el presidente de esa organización, han surgido diferencias sobre las peticiones y los montos que se deben solicitar. Rodríguez Camacho -como acostumbra- ha calificado de excesivos algunos planteamientos que se han sugerido, porque al parecer busca evitar causar irritación entre los directivos.
Sin embargo, guardó silencio cuando fue enterado de la pretensión del presidente de la comisión nacional de auxilios del sindicato, Francisco García Culebro, de someter a la consideración del 12 consejo nacional -el cual se realizó los días 12, 13 y 14 de mayo pasados-, un aumento del 100 por ciento en las aportaciones que los trabajadores hacen por ese concepto.
Actualmente a cada trabajador de base del instituto se le descuenta el 2.5 por ciento de su salario de aportación a la comisión nacional de auxilios. García Culebro presentó una propuesta para que fuera aumentada al cinco por ciento, pero fue rechazada con el voto del secretario general de la sección V Centro Médico Nacional “20 de noviembre”, Francisco González Esquivel y de Roberto Rodríguez Maldonado del hospital “Fernando Quiroz”.
Esa propuesta ha arreciado la exigencia para que se practique una auditoria al manejo de los dineros en la comisión nacional de auxilios, debido a que existen dudas. A García Culebro se le ha escuchado decir que su único jefe es Enrique Ampudia, exsecretario general del ISSSTE, por lo que se sospecha que haya canalizado recursos económicos para campañas que no benefician a los trabajadores.
García Culebro tiene más de treinta años de ejercer un cacicazgo en la sección VI estancias de bienestar infantil, donde decidió que su hermano Carlos Fermín fuese secretario general en el periodo 2002-2005 y en 2009 impulsó a su hermana Rosa Margarita. Según esto prepara a sus hijos Francisco Enrique y Eric Arturo para que continúen la tradición, a los cuales ya incluyó en la nómina del ISSSTE con todo y comisión sindical por supuesto.
Para la agenda
Pese a que en el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales, Mario Santos Gómez -muerto en diciembre de 2008- les heredó una visión de futuro con un patrimonio envidiable, su actual dirigente, Santiago Nieto, naufraga en la mediocridad… La elección de Juan Ayala Rivero al frente del Sindicato Único de Trabajadores del Gobierno del Distrito Federal (SUTGDF), está garantizada por dos razones: la intromisión de Justo Federico Escobedo Miramontes y de Flavio Ramírez León frente a la apatía del contralor Ricardo García Sainz pese a violaciones al artículo 133 fracción V de la Ley Federal del Trabajo, y a la división que sufrió el equipo de Enrique Hanff, incapaz de consolidar la candidatura de Aarón Ortega Villa…

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