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martes, 4 de septiembre de 2012

Elba Esther, en el Vendaval de las Presiones

Verónica V. González y Arnoldo Piñón
Al final de la administración de Felipe Calderón y muy probablemente al inicio de la que encabezará Enrique Peña Nieto, los sindicatos son sometidos a una serie de presiones con la finalidad de debilitarlos aún más para relajar las relaciones laborales y que, una eventual reforma a la Ley Federal del Trabajo no encuentre tantas resistencias.
 Así se entiende el cerco al que ha sido llevada Elba Esther Gordillo, con la pretensión evidente de retirarla del liderazgo del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), en lo que ella misma ha abonado al no hacer esfuerzos serios para recomponer su muy deteriorada imagen pública. Por la importancia estratégica que ese gremio tiene, es fundamental con una dirigencia dúctil y sin representación real fuerte.
La exhibición del documental “De panzazo” en horario estelar, junto con diversos artículos en los que se culpa al magisterio del deterioro en la educación pública, al igual que versiones que señalan que la maestra prepara su retiro, son parte de esa estrategia. Hay sectores claramente identificables que consideran indispensable una reforma laboral para impulsar el desarrollo del país, lo que estaría por verse.
En ese sentido, no es gratuito que en un encuentro realizado en Ixtapan de la Sal, el viernes 24 de agosto, Sergio Hidalgo Monroy hubiera dicho a los dirigentes sindicales del ISSSTE que la Junta Directiva del instituto había aprobado ya un programa de descentralización que tendría, entre otros objetivos, el fortalecimiento de las subcomisiones en los hospitales regionales -ubicados en el Distrito Federal, Nuevo León, Sinaloa, Jalisco, Puebla, Yucatán, Oaxaca, Veracruz, Morelos y Estado de México- facultades para resolver en definitiva rubros como recursos humanos, escalafón y bolsa de trabajo.
La intención es obvia: el debilitamiento del sindicato nacional, con la complacencia de su actual dirigente, José Luis Rodríguez Camacho, quien al finalizar su intervención, le dijo al director que no sólo serían sus aliados, sino también sus cómplices, como aquel se los había solicitado. Parecía una reunión de otra cosa y no de funcionarios y dirigentes sindicales.
El fortalecimiento de las subcomisiones implicará, de manera automática, el debilitamiento de las comisiones nacionales integradas por representantes de la dirigencia nacional. Es más fácil sujetar a dirigentes seccionales que representan a grupos menores de trabajadores, que a un conjunto superior de 72 mil agremiados. Es muy probable que el presidente de la Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado (FSTSE), Joel Ayala Almeida no esté enterado de esa pretensión.
Y no debe estarlo porque Ayala Almeida ha sido una voz en solitario que se ha pronunciado por rehacer el proyecto de reforma a la Ley Federal del Trabajo, bajo el irrebatible argumento de proteger y beneficiar a los trabajadores, lo que no refleja al que presentó el PAN en la pasada legislatura.
El dirigente de la FSTSE, durante la plenaria que los senadores del PRI realizaron en Chihuahua, fijó una posición contundente, al manifestarse contrario a dictaminar, discutir y someter a votación proyectos de reforma laboral que atentan contra los trabajadores. Tiene razón: baste echarle un vistazo a lo que en la actualidad ocurre en España, donde la última reforma ha generado más inestabilidad que beneficio para el país en su conjunto, al pauperizar aun más a los trabajadores y sin generar los empleos que se esperaban para los jóvenes.
En el caso del ISSSTE, la dirigencia de Rodríguez Camacho en los últimos tres años, ha asumido una posición contraria a los intereses de los trabajadores: aceptó nuevos requisitos escalafonarios para médicos, enfermeras y grupos afines sin obtener beneficios, y había aceptado 200 millones de pesos en la revisión de las condiciones laborales, pero la oportuna intervención de Ayala Almeida llevó a la Secretaría de Hacienda a aumentarlos a 500 millones, sólo para citar dos de los más representativos casos. Nada ha hecho por prepararse frente a la universalización de los servicios de salud que impulsará el siguiente gobierno.
Hidalgo Monroy Portillo trabaja en generar condiciones que le permitan mantenerse en la dirección general, así sea a costa de debilitar el sindicato del instituto. Parece ser la estrella que lucirá en busca de alcanzar su objetivo, con la complacencia de los dirigentes, más preocupados en evitar que la doctora Marisol Galindo les arrebate la representación de los trabajadores. Las comisiones nacionales al no tener facultades para resolver problemas en materia de recursos humanos, escalafón y bolsa de trabajo, se traducirán en automático en debilitamiento de la representación sindical nacional.
El ISSSTE es una institución apetecible para cualquiera: maneja un presupuesto más importante que muchos gobiernos estatales e incluso que varias Secretarías de Estado. La intención es evitar que la maestra pudiera empujar a alguien a fin a ella, así públicamente no se le relacione, con la pretensión de conservar parte del político que ha acumulado. Ella tiene un candidato, el cual también se encuentra en plena promoción.
A la maestra se le ha ofrecido el retiro en puente de plata y tal vez respetándole posiciones políticas. No sería extraordinario que pronto, más pronto de lo que ella misma parece estar dispuesta a reconocer, pudiera anunciar que deja el liderazgo del magisterio. Y a la par, seguramente se impulsará la reforma laboral que flexibilizará relaciones laborales, mientras se dejan intocados los salarios…
PARA LA AGENDA
Por cierto, ¿cómo está eso de que Jorge González de la Vega, el intocado subdirector de prestaciones no le reporta a su jefe inmediato? ¿Forma parte del fuego amigo que busca evitar asuma la dirección general? Olvida que su jefe tiene entre otros apoyos a Santiago Levy, quien anótelo, pudiera ser secretario de salud en el gobierno de Enrique Peña Nieto… En la sección uno “Limpia y transportes“, del SUTGDF, Horacio Santiago Ramírez se juega todo por el todo en contra de Hugo Alonso Ortiz, con el apoyo de Juan Ayala Rivero. El problema es que Alonso Ortiz tiene el apoyo de prácticamente todos los exsecretarios generales seccionales. Si Horacio no logra la reelección, Ayala Rivero deberá ir poniendo sus barbas a remojar, porque su gestión quedará bastante debilitada, para complacencia de Miguel Ángel Mancera… ¿De dónde salió el dinero con el que los hermanos Francisco y Fermín García Culebro pagaron el vino que ofrecieron en el lobby del hotel donde se hospedaban en Ixtapan de la Sal para brindar por los supuestos cargos que en breve ocuparán en el gobierno federal a invitación de Beatriz Paredes? Tiene razón Ulises Cortés en andar nervioso: las cuentas de la comisión nacional de auxilios no cuadran. Lo bueno para él es que todo parece indicar que Mauro Adrián Vega tendrá que acatar la instrucción de que lo incluya en su planilla, gracias a los totopos duros que aceptó, lo que pudiera garantizar la comisión sindical con goce de sueldo por otros cuatro años para la enfermera María Teresa de Anda… A Rodríguez Camacho el amor parece estarle haciendo daño: durante el encuentro de Ixtapan de la Sal exhibió un humor de los mil diablos, gritando a diestra y siniestra, contradiciéndose en las órdenes y de pronto jalando aire. ¿Será que los devaneos y los calificativos con los que corazoncito se refiere a secretarios generales seccionales e integrantes del comité ejecutivo nacional le generan agruras?… Hay versiones que Bancomer pudiera vender su Afore a Metlife… El mismo día de la inauguración del encuentro entre instituto y dirigentes sindicales, Sergio Monroy estuvo en la oficina de Joel Ayala Almeida, ¿le habrá informado de la descentralización que pretende hacer? Seguramente no… ¿Habrá entendido Rodríguez Camacho el sentido del discurso de Ernesto Moreno? No debe olvidar que él es el dirigente del sindicato y por tanto el responsable de la profunda división, en su empeño por imponer a Luis Miguel Victoria Ranfla como su sucesor, para garantizarle a corazoncito la vicepresidencia, así intente jugar también con la doctora Guadalupe Murillo, haciéndole creer que finalmente la candidatura pudiera ser para ella, pese a que ni siquiera tenga el apoyo de su sección Veracruz, donde Dora Zebadúa sigue en una pelea por la disputa del liderazgo…

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