POR VERÓNICA V. GONZÁLEZ
Y ARNOLDO PIÑÓN
Hoy en nuestro país, se
celebra el “Día del Trabajo”. Como en la mayor parte del mundo, los
trabajadores tienen poco que festejar, en medio de la más grave crisis de
Europa que ha llevado a España, Grecia y Portugal a impulsar reformas laborales
que han afectado severamente a sus asalariados al abaratar el despido, en
algunos casos reducir salarios y acabar con ciertas prestaciones económicas.
En México, desde el
gobierno se reclama la necesidad de una reforma laboral cuyo objetivo
fundamental sería flexibilizar las causales de despido, introducir la jornada
de menos de ocho horas, todo bajo el argumento de crear nuevas fuentes de
empleo para los jóvenes.
Igual que en muchos países, las organizaciones sindicales en
México han sido debilitadas en las últimas dos décadas y media. La CTM, para
citar el caso más representativo, es una caricatura de lo que fue en su mejor
momento cuando a principios de los ochenta Fidel Velázquez debía, incluso, ser
tomado en cuenta en el destape del candidato a la Presidencia de la República y
contaba con 50 diputados federales y 14 senadores.
Sólo unos cuantos
sindicatos han logrado mantener la influencia que tenían. En ese sentido, la
Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado (FSTSE), que
preside Joel Ayala Almeida, es un caso de excepción, pues tuvo capacidad para
sobreponerse a un importante desprendimiento de sus afiliados a principios de
2004, para continuar manteniendo la interlocución con el gobierno federal en la
fijación de los salarios y de las prestaciones para los servidores públicos,
aún cuando el magisterio negocia por su parte, como ocurre este año.
Otras centrales como
CROC, CROM, CRT, Federación Democrática de Sindicatos de Servidores Públicos
(FEDESSP) y Sindicato de Ferrocarrileros, tienen un papel irrelevante que no
inciden en las políticas laborales del gobierno federal. En el caso del
Gobierno del Distrito Federal, desde 2004, cuando Andrés Manuel López Obrador
ordenó a un funcionario de cuarto nivel -Miguel Ángel Vázquez Reyes, actual representante
del PRD ante el Instituto Electoral en el DF-, alentar una artificial
disidencia para destituir del liderazgo a José Medel Ibarra, su sindicato
carece de representatividad entre sus cien mil agremiados.
El debilitamiento del otrora llamado movimiento obrero
organizado inició a finales de la década de los ochenta y se agudizó con la
muerte de Fidel Velázquez en 1997. El expresidente Ernesto Zedillo optó incluso
por no encabezar el desfile del 1O de
mayo.
En los últimos años en
nuestro país se ha convertido en lugar común la exigencia de reformar la Ley
Federal del Trabajo para, se argumenta, generar condiciones que permitan la
creación de empleos para los jóvenes. El mayor riesgo de una acción de esa
naturaleza, sería institucionalizar la precarización de las condiciones de los
trabajadores, con salarios paupérrimos como condición para competir
internacionalmente, cuando el objetivo debiera ser elevar la productividad.
En Portugal, en la
actualidad se discute la supresión de cuatro días festivos decretados por el
gobierno, como consecuencia de una reforma laboral introducida hace unos meses.
La decisión, que tiene como objetivo incidir positivamente en la productividad,
causará daños al sector turístico.
Los días festivos que se
suprimirán, serán el “Día de la República” que se conmemora el 5 de octubre y
la “Restauración de la Independencia” el 1° de diciembre, así como los
religiosos “Corpus Cristi” y “Día de todos los santos” por el cual la iglesia
ha solicitado más tiempo para tomar una decisión.
En España, la reforma
laboral del gobierno del derechista Partido Popular implicó, entre otras
decisiones en contra de los trabajadores, una disminución en los costos de
despido, al reducir de 45 a 33 días por año trabajado y de 42 a 24
mensualidades como máximo, la indemnización en caso que se trate de una baja
injustificada, y cuando sea justificado se fijó en 20 días por año con un
máximo de 12 mensualidades.
Con la intención de
incentivar a las empresas a que contraten trabajadores jóvenes, se les otorga
una deducción fiscal de tres mil euros por cada uno de ellos y que sea su
primer empleo y que tengan menos de 30 años de edad, además de autorizarles un
periodo de prueba hasta de un año.
Sin duda es necesario
buscar mecanismos que permitan a los jóvenes insertarse en la vida
económicamente activa, pero no a costa de reducir la edad en la vida laboral
activa, como ocurre en nuestro país, ya que en la actualidad ser un desempleado
con 40 años es una gran desventaja para encontrar acomodo.
Incluso debiera
penalizarse la práctica de contratar empleados bajo la modalidad de honorarios,
cuando se trata de trabajo permanente. Un claro ejemplo de ello es lo que
ocurre con los maestros en escuelas públicas, debido a que la Secretaría de
Educación Pública por razones incomprensibles cada seis meses los obliga a
firmar ese tipo de documentos de carácter civil sin concederles el derecho a la
estabilidad laboral.
En el caso de la SEP, los
exámenes de evaluación a los que se les obligan a los maestros que no tiene plaza
de base, implica una amenaza constante, ya que de no pasar la evaluación
respectiva, no se les renueva el contrato. La ley burocrática es muy clara: a
los seis meses un día es procedente la estabilidad en el empleo a condición de
que no tenga nota desfavorable en su expediente.
En esas condiciones, este
día los trabajadores tienen poco que celebrar.
PARA LA
AGENDA
El lunes 23 de abril, el presidente del SUTGDF, Juan Ayala
Rivero acudió a la explanada de la Delegación Cuauthémoc donde lo esperaban
unos 300 trabajadores, a los cuales les dijo que la retención de impuestos -de
600, 700 y hasta 800 pesos- de las prestaciones que se les aplicó la primera
quincena de abril, les serán regresados. Sorpresivamente se escucharon gritos
de “¡ratero! ¡ratero!“, mientras algunos le lanzaban puñetazos. Como pudieron,
sus acompañantes lo sacaron del lugar, sin evitar que alguno de los golpes lo
alcanzara. La molestia se ha acentuado, porque, dicen, se les pretende obligar
a que acudan a mítines de la campaña del PRD en la ciudad… Por cierto, en
octubre próximo, la sección uno “limpia y transportes” del SUTGDF, elegirá
dirigentes. Según las expectativas, el grupo del actual secretario general,
Horacio Santiago Ramírez perderá, debido a los convenios adversos a los trabajadores
firmados para la separación de los residuos y que se han traducido en graves
pérdidas económicas para ellos, pues tres días a la semana sólo recogen basura
orgánica y no pueden por tanto hacer pepena, de la que sobreviven, ya que un
muy alto número de quienes van en los camiones recolectores, no tienen status
de trabajadores, al ser considerados “voluntarios”, por lo que no perciben ni
salarios ni tienen ninguna prestación y sobreviven de la venta de plástico,
cartón, fierro, vidrio y otros desechos reciclables. Sin duda la política
laboral es la asignatura pendiente del Gobierno del Distrito Federal de los
últimos doce años… Luis Miguel Victoria Ranfla realiza gestiones para que a los
trabajadores que estaban adscritos al Hospital “Gonzalo Castañeda” y que al ser
cerrado fueron transferidos al Hospital Regional “1° de octubre”, se les paguen sus
salarios pese a que no se presentan a laborar. El órgano de control interno
pudiera fincarles responsabilidades y, en el menor de los casos, ordenar el
cese. ¿Qué tipo de liderazgo realizaría Victoria Ranfla en caso de convertirse
en el sucesor de José Luis Rodríguez Camacho?…
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