POR VERÓNICA V. GONZÁLEZ Y ARNOLDO PIÑÓN
En lo que parece un contrasentido que ni siquiera los países en crisis económica de la euro zona han planteado, en México en las últimas semanas se han escuchado las propuestas de elevar la edad de jubilación de 65 a 67 años, bajo el argumento que han aumentado las esperanzas de vida.
El empresario Carlos Slim, quien ocupa el primer lugar de los hombres más ricos del mundo, se pronunció porque la edad de jubilación se fije incluso hasta los 70 años, pero a cambio planteó alternativas en cuanto a horarios de trabajo como la semana laboral de tres días y jornadas diarias de 35 horas para quienes cumplan 60 años de edad.
En la primera de las propuestas, quienes la impulsan consideran que sería una decisión económica preventiva, pues con una de esa naturaleza los jubilados recibirían 49 por ciento del salario que perciben, contra 39.2 por ciento que reciben en la actualidad al momento en que se jubilan.
Pedro Vázquez Colmenares, en su libro “Pensiones en México: la próxima crisis” de próxima publicación, dice que las pensiones representaban en 2007 16.5 por ciento del PIB, mientras en 2010 alcanzaban ya 30 por ciento y que de los 105 sistemas pensionarios, sólo cinco o seis están fondeados.
La propuesta de elevar la edad de jubilación fue impulsada inicialmente por la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar), lo que implicaría indexar la edad de retiro a las expectativas de longevidad de la población del país. En la actualidad el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) calcula el promedio de vida de los mexicanos en 75.7 años -para las mujeres en 78 y los hombres 73.4 años.
Sin embargo, Slim planteó una serie de opciones que abren el abanico y no se queda en lo fácil de quienes han externado la necesidad de reformar la ley laboral para establecer jornadas incluso de más de doce horas. Por el contrario, como hace unos cuantos años ocurrió en Francia, el empresario retoma que se establezcan jornadas semanales de 35 horas, con la finalidad de que los trabajadores tengan tiempo de prepararse.
Si bien es cierto es partidario de elevar la edad de jubilación, también lo es que flexibiliza sus propuestas a favor de los trabajadores. La suya es una visión, de suyo, atractiva porque plantea que en un mundo tecnificado como en el que vivimos, es necesario ampliar los horizontes de las personas, para lo cual cree necesario que se cuente con las herramientas tecnológicas.
Al aumentar la edad para crear derechos jubilatorios, los argumentos parecen impecables, sobre todo si se les agrega que las pensiones representan, para el Estado mexicano una presión que en el futuro cercano podría ser un problema sin solución, con casos extremos como en Tlaxcala, en donde su sistema está quebrado al ser insuficientes sus ingresos para cubrir las pensiones y obligan al gobierno estatal a subsidiarlo -la última cifra disponible indica que mientras captó 107 millones, debió pagar pensiones por 205 millones.
Pero una de las primeras acciones del gobierno socialista de Francois Hollande en Francia, fue reducir de 62 a 60 años la edad de jubilación para los trabajadores que hayan empezado a laborar a los 18 ó 19 años y que hayan cotizado a cajas de jubilación 41 años ó 41 años y medio. Beneficiará tanto a quienes hayan laborado en el sector privado, como en el público, así como a los no asalariados.
En ese país, en 2010 el entonces presidente derechista Nicolás Sarkozy impulsó una reforma que fijó en 62 años la edad para la jubilación. El decreto del gobierno francés establece que la medida entrará en vigor el 1 de noviembre e incluye períodos suplementarios en la duración de cotización para los desempleados y para las mujeres con hijos, lo que permitirá a mayor número de asalariados tener derecho a jubilarse a los 60 años.
La disminución de la edad para acceder a una jubilación en Francia, se da en momentos en que la Comisión Europea estima que el país debe hacer esfuerzos para reducir su déficit público.
La nueva ley del ISSSTE en 2007, introdujo un nuevo requisito que los trabajadores del Estado deben cubrir para tener derecho a jubilarse: tener un mínimo de 25 años de cotizar y contar con una edad que a partir de 2010 se incrementará un año de manera bianual hasta llegar a 60 en 2018 en el caso de los hombres y 58 las mujeres.
Esa ley establece que los trabajadores que adquieran el derecho a disfrutar de una pensión o cumplan 65 años de edad, podrán retirar en una sola exhibición los recursos de su subcuenta de ahorro.
El de las pensiones es un problema creciente. La Comisión Federal de Electricidad, en el segundo semestre de 2008, firmó un convenio con el Sindicato Único de Trabajadores Electricistas de la República Mexicana (SUTERM) que implicó un cambio drástico en materia jubilatoria y pensionaria para los trabajadores de nuevo ingreso a los que se les crearán cuentas individuales en las que aportará cinco por ciento de su salario base y la CFE 7.5 por ciento y el tiempo de servicio se aumentó en cinco años, excepto para aquellos adscritos a líneas vivas.
La empresa eléctrica calcula que en la actualidad su pasivos pensionarios ascienden a poco más de 443 mil millones de pesos.
Si bien es cierto que las pensiones van convirtiéndose de manera paulatina en un problema de difícil solución, también lo es que los trabajadores no son responsables del problema, toda vez que ellos cumplen con las aportaciones que la ley les obligan. La administración de esos recursos no es su ni ha sido su responsabilidad.
PARA LA AGENDA
La Productora Nacional de Biológicos Veterinarios (Pronabive) tiene una nómina de 99 personas, de las cuales 32 son mandos medios y superiores con salarios muy por encima del resto de los trabajadores, como por ejemplo los 13 con nivel 2 que no ganan ni siquiera seis mil pesos mensuales. La administración encabezada por Juan Manuel Cardoso Escobedo maneja la administración de manera caprichosa, ya que del total de la nómina únicamente 30 son de base sindicalizados. El desastre es tal que la pareja integrada por Luis Bojórquez Narváez y María de las Mercedes Alvarado Villegas son director y subdirectora técnicos en un conflicto de intereses, dicen los trabajadores, que ha derivado incluso en denuncias ante el órgano de control que encabeza Salomé Tolosa Esquivel, de hostigamiento laboral, en hechos en los que está inmiscuido Juventino Vázquez Moreno, jefe departamental… La firma de las nuevas condiciones laborales del ISSSTE el pasado 5 de junio, sirvió de marco para evidenciar la desesperación de Luis Miguel Victoria Ranfla, el precandidato del grupo de José Luis Rodríguez Camacho a la dirigencia nacional. Se asumió como el organizador del acto -pese a que es secretario de trabajo y conflictos en el Distrito Federal-; mostró sus incapacidades al quedar varios funcionarios de pie y a muchos de los que cree no lo apoyan enviarlos hasta atrás, donde no fueran vistos, mientras colocó a algunas jovencitas en lugares estratégicos; luego, se sentó junto a Joel Ayala Almeida en un claro propósito de granjeárselo rumbo a mayo de 2013, pero el presidente de la FSTSE lo trató con indiferencia. En esa ocasión se puso de manifiesto que la dirigencia sindical es una especie de Club de Tobi, al no tomar en cuenta a la doctora Marisol Galindo, pese a que se trata de la vicepresidenta y que fue fundamental para que se hubieran entregado prestaciones económicas de especial aprecio para los trabajadores, como los artículos 56 y 57 de las condiciones laborales. La intervención de Ayala Almeida en las negociaciones, permitió que la Secretaría de Hacienda entregara 300 millones de pesos adicionales a los 205 millones que originalmente Rodríguez Camacho y Victoria Ranfla habían aceptado como propuesta final… La posición protagónica de Victoria Ranfla le llevó a hacer a un lado a los secretarios de organización: Catalina Baeza, Guadalupe Murillo y Artemio Noel Reyes Ramírez… Por cierto una pareja que bailó entusiastamente “de reversa mami” fue criticada ferozmente, por la disparidad de edades… El martes 5 de junio, a Cardoso Escobedo la AFI le habría notificado una irregularidad electoral…
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