POR VERÓNICA V. GONZÁLEZ Y ARNOLDO PIÑÓN
A finales de octubre próximo, los trabajadores de la sección uno “limpia y transportes” del Sindicato Único de Trabajadores del Gobierno del Distrito Federal (SUTGDF), elegirán a su próximo secretario general. El actual, Horacio Santiago Ramírez, pese a la irritación que su gestión ha generado, buscará reelegirse.
Esa sección, con 14 mil 300 afiliados, es la más importante del SUTGDF. Una eventual derrota de Santiago Ramírez, que parece inevitable, afectará los planeas reeleccionistas del dirigente del SUTGDF, Juan Ayala Rivero, impulsor de la reforma estatutaria que permite la permanencia de los secretarios generales.
La reelección del dirigente seccional sólo podrá ser posible a través de la intervención de funcionarios menores de la Oficialía Mayor del Gobierno del Distrito Federal, especialmente de la Dirección General de Política Laboral y Desarrollo de Personal y en concreto del director de relaciones laborales, Flavio Ramírez León.
Esa posibilidad no puede descartarse, ya que desde que Andrés Manuel López Obrador ordenó al actual representante del PRD en el Instituto Electoral del Distrito Federal, Miguel Ángel Vázquez, la imposición del simpatizante de su partido en la dirigencia, el gobierno de la ciudad mantiene el control sindical. Incluso en julio pasado, Jesús Zambrano jugó un papel fundamental para que fuese electo Ayala Rivero, cercano en los afectos del panista Federico Döring, además de haber renunciado a una candidatura a diputado por el Partido del Trabajo.
La gestión de Ayala Rivero ha generado irritación entre funcionarios del GDF y dirigentes del PRD, ya que se le cuestiona incapacidad política para canalizar apoyos no sólo a la candidatura de Miguel Ángel Mancera, sino también de jefes delegacionales, senadores, diputados federales y a la Asamblea Legislativa.
Y es que entre los trabajadores de limpia existe una inocultable irritación contra su dirigente seccional, por la firma de un convenio con la Secretaría de Obras, en el que aceptó cincuenta pesos por tonelada de basura orgánica en los centros de transferencia, pero que le permite a los inspectores ordenar a los choferes la descarga en la calle cuando consideran que no cumple con los requisitos mínimos e incluso rechazarla.
La ciudadanía sabe que tres veces por semana los camiones recolectores se llevan únicamente desechos orgánicos, lo que impide que se realice la pepena con la que obtienen ingresos con la venta de papel, plástico, vidrio y fiero fundamentalmente, lo que a su vez permite la sobrevivencia de los voluntarios que hay en el área de limpia y transportes.
Esos voluntarios, calculados en más de cinco mil -sólo en la Gustavo A. Madero, hay mil 700 trabajadores de base por 800 voluntarios-, formalmente no son trabajadores del GDF, por lo que no perciben ni salario ni prestaciones económicas y sobreviven de la pepena.
La irritación en contra de Santiago Ramírez, pudiera agudizarse en las próximas semanas de ser cierta la versión esparcida por funcionarios de la Secretaría de Obras, en el sentido que ya se agotó el presupuesto de 60 millones de pesos con que contaban el GDF para el pago de la basura orgánica. Al dirigente le cuestionan que recientemente hubiera dicho que cuando tocara la recolección de desechos orgánicos, los voluntarios no laboraran.
Incluso le cuestionan que haya abierto la posibilidad de la privatización del servicio de barrido de calles y recolección de basura -la domiciliaria la realiza la delegación Cuauhtémoc-, ya que en el Centro Histórico una empresa particular se encarga del servicio, con un costo de 700 millones de pesos anuales. Con ese presupuesto pudieran adquirirse casi 700 camiones colectores y en la última revisión de la condiciones generales de trabajo del SUTGDF, se incrementaron las prestaciones en 840 millones de pesos para toda la gestión de Marcelo Ebrard.
La intervención de funcionarios menores para permitir la reelección de Horacio Santiago Ramírez, pudiera darse mediante el otorgamiento de dígitos sindicales a unos tres mil trabajadores, lo que de acuerdo con el estatuto les permitirían votar, aún cuando la Secretaría de Procesos Electorales del SUTGDF a cargo de Héctor Ruelas -hombre de las confianzas de Ayala Rivero- estaría obligado a verificar que cumplen con el requisito de seis meses un día para tener ese derecho.
El dirigente sindical de la sección uno “limpia y transportes”, además de la irritación de los trabajadores, enfrentará un candidato que cuenta con arraigo, como es Gilberto Cárdenas, quien se encuentra ya en precampaña y ha recibido la adhesión de la mayoría de las delegaciones políticas. También buscará ser candidato nuevamente Gregorio Cárdenas, quien en las pasadas elecciones perdió por un pequeño margen frente a Santiago Ramírez.
La campaña formal por la dirigencia sindical seccional, iniciará el próximo 8 de agosto; las elecciones se realizarán el 26 de octubre y ese mismo día quien resulte electo iniciará una gestión de cuatro años al haberse ampliado el periodo un año.
PARA LA AGENDA
Marco Antonio Silva Hermosillo está desesperado por recuperar el control de la sección sindical en Tamaulipas que de manera estrepitosa perdió hace tres años. Con la complicidad de José Luis Rodríguez Camacho y José Luis Saucedo Monzón -más interesado en mantener las aviadurías de su esposa María Norma Vargas y de su hijastro Irving Tamme-, ordenó a Jesús Humberto Sánchez Escobedo, secretario de educación sindical en los estados centro sur, organizara unos cursos de liderazgo sindical, lo que provocó la inmediata reacción del secretario general estatal, Carlos Fernando Hernández, quien denunció los hechos a Rodríguez Camacho por violación al estatuto, ya que el área corresponde a César Arámburo Hernández, secretario de acción sindical en los estados zona norte. Todo con la finalidad de beneficiar la eventual candidatura de Luis Miguel Victoria, quien, debieran saber sus simpatizantes, de acuerdo con la primera dama -¿quién pagó el reciente embellecimiento que se hizo?- le ofreció la vicepresidencia a partir de mayo de 2013... La firma de las nuevas condiciones generales de trabajo en el ISSSTE, que estaba programado se efectuara el pasado martes 29 de mayo, se pospuso debido a que la Secretaría de Hacienda estableció topes en algunas prestaciones y ordenó se hicieran readecuaciones. Sin duda el logro más importante son los 200 millones de pesos adicionales que negoció el presidente de la Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado (FSTSE), Joel Ayala Almeida, para enfermería. En uno de los absurdos de Rodríguez Camacho, planteó que los últimos 100 millones de pesos logrados por Ayala Almeida, fueran repartidos entre los trabajadores bajo el argumento de “por única vez”, olvidándose que de esa manera quedaría como una prestación económica con efectos en el corto, mediano y largo plazos… Francisco García Culebro y Ulises Cortés Sagredo, habrían recibido 580 millones de pesos de la gestión de Guillermo Rojas de la comisión nacional de auxilios, cantidad a la que deben sumarse ingresos durante los últimos tres años, así como intereses financieros, por lo que se estima que en la actualidad manejan de manera discrecional unos 900 millones de pesos, menos egresos por jubilaciones, muertes y renuncias. ¿Por qué en el informe anual nunca hablan de ingresos, egresos, intereses financieros de inversiones y las cuentas en las que tienen invertidos los recursos?… ¿Quiénes y para qué acaban de comprar o rentar un lujoso departamento en las cercanías del acceso a la Unidad Habitacional Fuentes Brotantes, justo frente a un centro comercial? Es pregunta…
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