*Hay más de Tres Millones de Burócratas en el País; Casi un Millón en el DF
Por Verónica V. González y Arnoldo Piñón
En la esquina que forman Avenida de los Insurgentes y Valentín Gómez Farías -a dos cuadras del Monumento a la Revolución-, un espectacular muestra la adhesión de la Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado (FSTSE), a la candidatura presidencial de Enrique Peña Nieto.
Si bien la influencia política del movimiento obrero organizado disminuyó sensiblemente a partir de 1997, con la muerte de Fidel Velázquez, los sindicatos de burócratas jugarán un papel que pudiera ser decisivo en la elección presidencial del próximo domingo 1 de julio. Sólo en el Distrito Federal hasta julio de 2008 habían 887 mil 586 trabajadores al servicio del Estado, de acuerdo con el número de afiliados al Fondo de la Vivienda del ISSSTE.
A nivel nacional, se tenían, en esa fecha, registrados 3 millones 110 mil 88 trabajadores del Estado tanto de base como de confianza, que incluían algunos que prestan servicios en gobiernos estatales y a los sindicalizados de la UNAM. De ese total, el Estado de México tenía 258 mil 444, Veracruz 133 mil 410, Guerrero 111 mil 371, Guanajuato 108 mil 251, Michoacán 105 mil 55, Oaxaca 102 mil 955 y Jalisco 100 mil 748.
Las dos centrales de burócratas, la FSTSE y la Federación Democrática de Servidores Públicos (FEDESSP), tienen poco más de dos millones de afiliados.
De ese total de trabajadores, las dependencias con mayor número de sindicalizados, son las secretarías de Educación Pública, Gobierno del Distrito Federal, Salud e ISSSTE. Sólo tres secciones del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), 9, 10 y 11, afilian en conjunto poco más de 120 mil trabajadores entre maestros de educación preescolar, primarias y secundarias -manejados a través de la Administración Federal de Servicios Educativos en el Distrito Federal-, el Politécnico Nacional, la Universidad Pedagógica Nacional y Bellas Artes, además de 13 mil 151 administrativos de base, 4 mil 148 de confianza y 815 por honorarios según estadísticas de junio de este año.
La Secretaría de Salud tiene una nómina de 119 mil 79 trabajadores sindicalizados a nivel nacional, de los cuales 9 mil 135 laboran en la capital del país, más 3 mil 234 de confianza.
El ISSSTE registraba, en noviembre de 2009, 22 mil 919 trabajadores de base en el Distrito Federal -sólo el Centro Médico Nacional “20 de noviembre” cuenta con mil 200 enfermeras- y 4 mil 779 de base, mientras a nivel nacional registraba una nómina total de 80 mil 800 trabajadores, que se han incrementado al ponerse en marcha nuevos hospitales en varias entidades, como el Estado de México y Michoacán.
La Secretaría de Comunicaciones y Transportes tiene, sólo en el Distrito Federal, 2 mil 708 empleados de base, de los cuales mil 493 son mujeres de un total de 11 mil 404 a nivel nacional, así como 3 mil 588 de confianzas de los que mil 98 son mujeres.
El Gobierno del Distrito Federal cuenta con 96 mil trabajadores sindicalizados, poco más de 52 mil a lista de raya y unos 20 mil eventuales. Sólo la sección uno “limpia y transportes” del sindicato en que se afilian, tiene una membresía de 14 mil 300 afiliados, además de unos 5 mil “voluntarios” que sobreviven de la pepena de plástico, cartón, papel, vidrio y fierro y únicamente la Delegación Gustavo A. Madero cuenta con mil 700 con ese status y con quienes no se tiene ninguna relación laboral pese a que prestan sus servicios en los camiones recolectores.
La Secretaría de Hacienda tiene en el Distrito Federal 5 mil 84 trabajadores, de los cuales mil 9 son sindicalizados, 3 mil 966 de confianza y 109 por honorarios, del total 2 mil 288 son mujeres.
La Secretaría de Economía cuenta en la capital del país con mil 320 trabajadores sindicalizados -de ellos 769 son mujeres- y mil 182 de confianza -540 son damas-, y la Secretaría de Agricultura maneja una nómina de 778 sindicalizados en la Ciudad de México -428 son mujeres- y 869 de confianza.
La Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) cuenta con 753 trabajadores de base -418 son mujeres- y el Instituto Nacional de Educación para los Adultos cuenta con 463 trabajadores -299 mujeres-, de los cuales 390 son sindicalizados y 73 bajo el régimen de honorarios.
Es importante hacer notar que en el caso de la Secretaría de Salud, el número de trabajadores sindicalizados supera los 250 mil a nivel nacional, debido a que muchos de ellos están adscritos a áreas consideradas como descentralizadas. Tal es el caso del Instituto Nacional de Rehabilitación o el Instituto Nacional de Pediatría. En otros casos, como el Instituto Nacional de Perinatología, los trabajadores tienen su propio sindicato.
Es la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, el Sistema de Administración Tributaria maneja su propia nómina, aún cuando sus trabajadores están afiliados a uno de los dos sindicatos con registro.
En cuanto a la Semarnat, los trabajadores de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), están incorporados en una sección del sindicato de la dependencia; y en la Secretaría de Agricultura, los 30 trabajadores de base del Productora Nacional de Biológicos Veterinarios tiene su propio sindicato.
TENDENCIAS POLÍTICAS
Desde muy joven Joel Ayala Almeida se afilió al PRI. En 1977 fue por vez primera diputado federal a la LI Legislatura. Para las elecciones de este domingo 1 de julio, ocupa el lugar número nueve de la lista plurinominal al Senado de la República. La mayoría de los sindicatos afiliados a la FSTSE -Salud, ISSSTE, Semarnat, Economía, Desarrollo Integral de la Familia, Telecomunicaciones de México-, son simpatizantes priístas.
Sólo Correos de México -de Manuel Fermín Acevedo-, Asamblea Legislativa -de Gaudencio Chávez- y Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal -de Diego Valdez- son simpatizantes del PRD. En cambio el dirigente del sindicato del Metro, Fernando Espino Arévalo, es actualmente diputado federal por el PRI y ocupa el lugar número tres en la lista plurinominal de diputados a la Asamblea Legislativa de ese partido, tras haberse alejado de esa central por motivos políticos.
En la FEDESSP, su actual dirigente, Bernardo Quezada fue presidente del Partido Nueva Alianza en el Distrito Federal. Incluso recientemente el secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores de la SCT, Víctor Bernardo López Carranza en una reunión hizo promoción del voto por ese partido. En cambio Ignacio Castillo Flores, del sindicato de Agricultura ratifica, en cuanta oportunidad tiene, su filiación priísta.
Si bien es cierto el SNTE es el principal promotor del PANAL, en general núcleos importantes de maestros tienen simpatía, de manera mayoritaria, por el PRI y por el PRD. La secciones nueve del Distrito Federal, así como Michoacán, Chiapas y Guerrero, bajo control de la CNTE, tienen simpatía perredista, mientras la sección 36 del Valle de México, por ejemplo es claramente priísta.
Y en el caso del Sindicato Único de Trabajadores del Gobierno del Distrito Federal (SUTGDF), su presidente, Juan Ayala Rivero renunció hace años a una candidatura a diputado por el Partido del Trabajo, mantiene relaciones cercanas con el senador panista Federico Döring y según versiones del PRI buscó acercamientos cuando se decían quiénes competirían por puestos de elección popular.
En el espectacular que la FSTSE colocó para promocionar la candidatura de Peña Nieto a la Presidencia de la República, se pronuncia por un tabulador a nivel nacional homologado. Y es que los trabajadores sindicalizados del GDF perciben un salario 20 por ciento por debajo del que ganan los del gobierno federal.
Durante los tres meses de duración de las campañas presidenciales, las diferencias entre los tres candidatos presidenciales en materia laboral fueron sustantivas:
Josefina Vázquez Mota se pronunció por una reforma laboral que, argumentó, permita la creación de nuevos empleos para los jóvenes y convirtió a la presidenta del SNTE, Elba Esther Gordillo en su principal punto de ataque durante semanas.
Andrés Manuel López Obrador tuvo, en lo que queda del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), su principal promotor; y hace una semana el STUNAM anunció que buscaría convencer a sus afiliados a que voten por los candidatos del PRD.
Enrique Peña Nieto se manifestó partidario de la autonomía, la democratización y la transparencia de las organizaciones sindicales. En el caso del magisterio se manifestó por el establecimiento de una base de datos que permita conocer con exactitud el padrón real de quienes integran el SNTE. Es, con Ayala Almeida con quien mantiene una relación cercana.
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