*Demasiado sindicato para un dirigente tan pobre intelectualmente como Rodríguez Camacho
El dirigente del Sindicato Nacional de Trabajadores del ISSSTE, José Luis Rodríguez Camacho y su grupo de aduladores, fueron exhibidos como incapaces, al pretender les fuera aprobada una convocatoria al congreso nacional ordinario a realizarse en la primera quincena de mayo con una serie de omisiones con la finalidad de mantener impunidad y canonjías económicas frente a la corrupción que han impuesto en los últimos cuatro años en la tercera organización en membresía de la central burocrática la FSTSE.
En un pleno del comité ejecutivo nacional del SNTISSSTE ayer por la tarde, el dirigente presentó el anteproyecto de convocatoria para el XVI congreso, el cual está previsto se lleve a cabo los días 7, 8 y 9 de mayo tentativamente en Mazatlán, Sinaloa.
Rodríguez Camacho pretendía que el anteproyecto fuese aprobado de inmediato. Sin embargo, la secretaria de organización en el Distrito Federal, Catalina Baeza Pérez, solicitó un receso para, argumentó, en su caso leerla debido a que durante meses esperó se le convocara a participar en su elaboración, como es costumbre.
Cuando la secretaria de organización en el Distrito Federal solicitó la palabra, el presidente del SNTISSSTE le respondió que se la concedería después que fuese aprobado. No, le respondió con molestia Baeza Pérez, antes. La reunión empezó a salirse de control.
Diversos oradores intervinieron. El presidente del consejo de vigilancia explicó que sólo unos días antes le pidió a la secretaria de organización en el Distrito Federal se reunieran para que leyera el anteproyecto. El secretario particular de Rodríguez Camacho, Enrique Tenorio, con su reconocida soberbia y torpeza, soltó: no se vale que la comparsa que sigue a Catalina Baeza pretenda exhibir. Un estruendosa rechifla lo ubicó en su enanismo y lo hundió en su asiento.
La secretaria de organización en el Distrito Federal señaló que al ser ella una de las firmantes de la convocatoria, tenía que analizar su contenido. Tenía razón, ya que los dos secretarios de organización en los Estados (Artemio Noel y Guadalupe Murillo) fueron tomados en cuenta en la elaboración del proyecto.
Mientras Juan Carlos Arreola -cuya posición en la dirigencia sindical, al igual que Murillo las lograron cuando formaban parte del grupo de la doctora Marisol Galindo, e incluso existe una fotografía en la que ambas levantan la mano cuando toman protesta en Ixtapan de la Sal), cuestionaba que se solicitar un receso para revisar el proyecto, Rodríguez Camacho le cuestionó a la vicepresidenta no haber alcanzado acuerdos “en corto”. No conozco la convocatoria, porque nunca se me llamó a una mesa de trabajo la respondió.
Sandra Ruth Tapia y Rocío Larumbe apoyaron la propuesta de la secretaria de organización en el DF de un receso, bajo la premisa que leer y analizar tienen distinto significado. La primera descubrió que el proyecto no incluía la base quinta que autoriza a que los titulares de cartera, presidentes de comisión y secretarios generales seccionales asistan el congreso con derecho a voz, en caso que no lo hagan como delegados efectivos.
En convocatorias a otros congreso, se incluyó una base que establece que el presidente del sindicato se auxiliaría de los secretarios de organización para “todo lo concerniente” a la organización del congreso, lo cual fue la razón por la que Baeza Pérez solicitó conocer el contenido del proyecto de convocatoria en cuya elaboración no fue tomada en cuenta.
Durante la discusión, Rodríguez Camacho y su grupo, mostraron desconocimiento del estatuto sindical. Fue aprobado un receso, lo que no ocurrió en los últimos cincuenta años, síntoma de la pobreza intelectual de Rodríguez Camacho y su grupo de asesores, entre los que se encuentran Ulises Cortés Sagredo, Alberto Noé Berumen, Marco Antonio Silva Hermosillo -señalados de enriquecimiento ilícito-, entre otros, más preocupados en saquear las cuotas y aportaciones de los trabajadores y promover vulgares aviadurías disfrazadas de comisiones sindicales con goce de sueldo en perjuicio patrimonial del ISSSTE.
Aprobada la revisión, Sandra Ruth Tapia celebró que no sólo se permitirá la presencia de toda la representación en el congreso, con lo cual agudizó la irritación de Rodríguez Camacho, quien sin poderse contener, le contestó: “¡tampoco va usted a satanizar! Con tanta desconfianza no se puede”.
Pero la desconfianza tenía razón: el proyecto de convocatoria no incluía el artículo 26 del estatuto el cual establece que el congreso debe ser presidido por el presidente sindical.
El enojo de Rodríguez Camacho al no lograr la aprobación de su proyecto de convocatoria lleno de inconsistencias, provocó otra pifia que puede invalidar la elección de su sucesor: anunció que en una reunión los titulares de cartera del comité ejecutivo nacional aprobarán la convocatoria con las enmiendas que le introduzcan Roberto Ruvalcaba, Luis Miguel Victoria -a los que él propuso-, Sandra Ruth Tapia Torres y los secretarios de organización Catalina Baeza, Artemio Noel y Guadalupe Murillo.
Sólo que el artículo 24 del estatuto señala que la convocatoria debe ser aprobada por un pleno en el que participan no sólo los titulares de cartera, sino también los presidente de comisión -aún cuando estos sólo lo hacen con derecho a voz.
Y es que el secretario de actas y acuerdos, Hipólito Cienfuegos, sin haber pasado a asuntos generales, dio por concluido el pleno.
Es decir, Rodríguez Camacho deberá convocar aun pleno extraordinario para someter a aprobación la convocatoria; de no hacerlo viciará de nulidad la elección de su sucesor y de todos los integrantes de la dirigencia nacional.
Demasiado sindicato para un dirigente tan pobre intelectualmente.
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